MRAJSHIL. Rommel Hervez
Mrajshil (Plenitud)
Rommel Hervez (Romel Herrera)
Instalación sonora
2015
El
titulo de la instalación: Mrajshil, en
escritura qalitica[1],
significa “Plenitud” En esta se emplean elementos plásticos, sonoros,
literarios y del video. Conceptualmente alude a la conjunción de tres elementos
simbólicos, los cuales estructuran la investigación de la escritura sonora,
estos son: la montaña, la cual representa objetos de lo concreto: la
naturaleza, el cuerpo y las formas; la escritura representa elementos propios
del pensamiento lógico, la razón, lo humano; y finalmente el silencio que
representaría el orden espiritual, la intuición y el misterio.
Estos
tres elementos estarán presentes en la espacialidad, de manera consecuente, sobre
todo en la obra del mismo nombre Mrajshil.
En esta obra central, la montaña,
la escritura y el silencio estarán materializados como objetos separados que
señalan ese proceso de unificación –dado
por el elemento círculo– círculos contenidos dentro de círculos. Esos tres
elementos simbólicos rodean a uno de mayor tamaño, justo en ese elemento
central se manifiesta la conjunción, la plenitud de tres sustancias y
dimensiones de la realidad: el centro blanco, no tallado, representará al
silencio, el espacio esgrafiado, en medio de los otros dos elementos, a la escritura y el borde de la circunferencia
tallada a la montaña. Está pieza se desdoblará en el espacio-tiempo; en video,
en la montañas de arena, en la proyección de luz y en los demás objetos
circulares, blancos y con texturas, que junto al sonido de la banda sonora de
la obra Mrajshil resonará creando una
atmosfera de carácter sagrado.
Mrajshil pretende crear y recrear un espacio en el que el
espectador se sumerja en una atmosfera sagrada y de contenido espiritual,
entendido este como ordenamiento de elementos simbólicos, geométricos, de
tonalidades silenciosas y acromáticas y de sonidos serenos y con una resonancia
ancestral
[1] La
escritura qalitica se define como la
organización espacio-temporal de una grafía –y su sonido– a través de la
creación y desarrollo de fonemas que devinieron experiencia sonora. Acciones de
articulación vocal y gestual, vinculadas como unidad a la imagen gráfica. Está
estructurada, conceptualmente, como un lenguaje particular que plantea una
analogía entre el sonido y lo humano, en
el que ambos tienden hacia realidades plenas: la primera hacia el silencio
–contenedor de todo sonido– y la segunda hacia la humanización, contenedora de
la belleza divina en lo humano. Esta escritura-sonora también se puede entender
como metáfora de una lengua primera que cada cual posee y debe descubrir para
interpretar su realidad (como sujeto que no posee ni es poseído por el otro).
Dialéctica entre ruido[1] y
silencio[1] La
escritura qalítica es el inicio de
una reflexión espiritual, profundiza la percepción hacia una captación que
tiende hacia la dimensión mística de la realidad. Se entiende el trabajo
continuo, la investigación y el acto creativo como un acto de fe, pues sin
entrar en conflicto con la razón, explora más allá de lo que ésta tiene permitido
hacer con su estructura.
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